15 mar 2009

Si parpadean se lo van a perder

Hoy no hay nada que decir. De un desayuno exhaustivo hemos pasado a un pueblecito pescador en un comodisimo trayecto en tuareg. El tipo del scuba me ha conducido al pueblo de al lado a sacar pasta y de vuelta me ha ofrecido frutos secos al wasabi. Luego el sol ha vuelto al mar, entre las nubes, con su tempo lento y preciso del amarillo radiante al violeta oscuro. La pregaria dominical (yo me meneo porque soy feliz, decia) la daba un altavoz, no es broma. Y asi, no se. Bajando por la casa pintada a cuadros hay un salon de billar, el chaval que lleva el internet trata con una educacion extrema (sabe que la media hora son 35 pesos, señor, desea pagar antes o despues?) a un niño que apenas toca el suelo al sentarse en la silla, el colmado del pueblo aglopa en las calles adyacentes una multitud de bar andaluz. Todo es demasiado desnudo como para decir nada. Quiza por eso no me salga ese otro post que tengo atravesado.

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